Microfilmación
¿Qué es y para qué sirve?
La técnica para
preservar imágenes a largo plazo, reconstruir documentos y almacenar archivos
es conocida como microfilmación, cuyo origen se remonta al año 1839, cuando el
inglés John Benjamin Dancer elaboró la primera reducción de una fotografía a
160 menos veces su tamaño del original con una cámara fotográfica con lente de
microscopio.
Posteriormente, en 1928 George McCarthy
convenció a la Eastman Kodak Company para mejorar la calidad de la
microfilmación y utilizar dicho sistema como medio eficaz para prevenir la falsificación
de documentos.
Para 1970 el 90% de las publicaciones americanas contaban con archivos microfilmados, ya que las necesidades de las empresas requerían alta velocidad para la preservación de sus documentos, para lo que se utilizaban microfilmadoras automáticas, que funcionaban sobre un tambor giratorio, por lo que fácilmente podían microfilmar documentos de cualquier largo.
Para 1970 el 90% de las publicaciones americanas contaban con archivos microfilmados, ya que las necesidades de las empresas requerían alta velocidad para la preservación de sus documentos, para lo que se utilizaban microfilmadoras automáticas, que funcionaban sobre un tambor giratorio, por lo que fácilmente podían microfilmar documentos de cualquier largo.
Si bien existen otras técnicas para
preservación, gestión y difusión de archivos, el microfilm sigue
siendo utilizado para transformar documentos electrónicos o en papel a un material
sintético más resistente y durable: una cinta de material plástico flexible
sobre la que se deposita material fotográfico de excelente calidad. En este se
fotografían los documentos con reducciones que, a pesar de ser de mínimo
tamaño, nunca pierden la calidad o la información que contienen.
Entonces, ¿Cuándo se recomienda recurrir a la microfilmación?
o Cuando se busca un ahorro de espacio en
almacenes, ya que con esta técnica se puede ahorrar más del 98%, no sólo en
papeles, sino en elementos de archivo como armarios, estanterías, etc.
o Para proteger la información de riesgos
como robo, incendio, daño por humedad, insectos o roedores, ya que al ser menor
su volumen es más sencillo y económico asegurar la información, además el
material es mucho más resistente que el papel, además no es inflamable.
o Para agilizar el acceso, localización y
consulta de la información.
o Para proteger la información de
clonación, ya que los archivos en microfilm son inadulterables y no pueden ser
modificados.
o Para ahorrar costos en
distribución y reproducción de la información, pues las copias microfilmadas
son mucho más económicas y, al ser pequeñas, sus gastos de envío disminuyen.
o Para proteger y preservar
información o imágenes, ya que el microfilm puede llegar a durar hasta 500
años.
Al igual que la
digitalización de documentos, la microfilmación se utiliza en archivos de todo
tipo, especialmente se recomienda para preservar voluminosos archivos
históricos, comerciales y obras de arte.
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